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CF_Arquitectura moderna_Interpretación de una obra

arquitectura moderna en colombia |Museo Leopoldo rother
Detonantes del pensamiento  moderno en Colombia: La política, y la Arquitectura

Los aspectos políticos que marcan la pauta para el desarrollo del pensamiento moderno en Colombia preceden inestabilidades de movimientos políticos; así mismo por revoluciones literarias que pronuncian una búsqueda autónoma y subjetiva del pensamiento.

La modernidad en Colombia es fruto del levantamiento ideológico, y la búsqueda del desarrollo e industrialización que vitaliza a Europa y Estados Unidos. Los conflictos políticos en Colombia retrasan estos avances, pero la implementación de nuevas políticas se abrirá paso a una  nueva corriente moderna.
Álvaro Tirado Mejía explica y contextualiza como las políticas de gobierno en su libro aspectos políticos del primer gobierno de Alfonzo López Pumarejo 1934-1938  que así fue como “el experimento de la Revolución en Marcha” de Alfon­so López Pumarejo a mediados de los años treinta inicia una revolución legislativa que cambia los aspectos ideológicos del país. “En contra de la mayoría de los grupos dominantes, básicamente terratenientes, exportadores cafeteros y emergentes industriales, los cuales se unificaron en torno a un proyecto autoritario contra la intervención que frenó la mayor parte de reformas, logró un avance hacia la autonomía económica, la liberación y la secularización del estado (Tirado, 1995)
Gracias a estas aperturas políticas que buscan la modernidad y protagonismo de un gobierno no secular, la historia de Colombia da un paso hacia la industrialización. Tirado defiende la posición de Alfonzo López Pumarejo en razón a la necesidad de una  . (Tirado, 1995)

 Tales obras de modernización del campus de la universidad Nacional incluyen obras como el Museo de Arquitectura Leopoldo Rother primer y único museo de Arquitectura en Colombia  cuyo edificio era el antiguo Imprenta, diseñado en 1948 por el Arquitecto Alemán Leopoldo Rother  y el Ingeniero Guillermo González Zuleta, el edificio es una de las obras maestras de la arquitectura moderna Colombiana. Siendo uno de los proyectos más ambicioso del MOP,  la Universidad Nacional en Bogotá.
 Los primeros edificios de la Ciudad Universitaria, como el de Arquitectura (E. Lange, E. Blumenthal, 1938), el de Derecho (A. Wills-Ferro, 1940), las Residencias Estudian­tiles (J. Bonilla Plata, 1940) y el de Ingeniería (L. Rother, B. Violi, 1941), si bien poseen ya una influencia Le Corbuseriana, están aún anclados en una concepción semiacadémica; la horizontalidad predominante, la volumetría prismatica y la austeridad de sus blancas fachadas se orientan hacia el racionalismo europeo, pero la  simetría de su composición a partir de ejes, el ritmo de sus ventanas y su decoración recuerdan aún el espíritu republicano revestido de los motivos ornamentales del “decó” colombiano. (Jimenez, 2006)

El primero en romper la simetría de estos edificios en la ciudad universitaria es el de Ensayo de Materiales (Rother 1940), formándose, de una composición libre y manteniendo ventanas corridas en sus fachadas, desde el punto de vista estructural, estos edificios siguieron los sistemas de construcción tradicionales, estructural y constructiva mente  tradicional pero con una imagen modernista, como el Instituto Nacional de Radium o el teatro del Nacional[1], así mismo la ciudad universitaria, siendo los primeros ejemplos de arquitectura moderna en Colombia.

“La dinámica de los estilos modernos de usos institucionales, que tan ejemplarmente representa la oficina del MOP, tenía dos evoluciones posibles, interconectadas entre sí, el desarrollo del “decó” hacia un ra­cionalismo blanco, con su expresión culminante en la Ciudad Universitaria de Bogotá. La segunda se refiere al neoclasicis­mo[2] moderno, con vínculos con esta expresión en Alemania e Italia, y también con los rascacielos   norteamericanos de los años 20. Ya se mencionó cómo el neoclásico adquirió significaciones nacionalistas cuando se cubrió con los frescos de Pe­dro Nel Gómez; distintas connotaciones adquirirá el neoclá­sico moderno, es decir, estilizado, monumental y heroico como expresión estilística de ciertos edificios gubernamentales. Su representante más claro es Bruno Violi (1909-1971), arquitecto italiano que, tras trabajar en Francia y en Suiza, llega a Colombia  para trabajar en el equipo del Ministerio de Obras Públicas” (Arango, 2011)

Silvia Arango hace una gran recopilación de la historia de la arquitectura en Colombia, abarca aquellos datos que son claves para entender los cambios y los desarrollos en las tendencias y características de los momentos de la arquitectura colombiana. Su claridad en las obras representativas y sus trasfondos históricos resuelven una contextualización de tiempo y lugar.

En Colombia los sentimientos de nacionalismo y búsqueda de una identidad arquitectónica, empiezan a ser indagadas por los arquitectos colombianos,  a tratar de replicar estilos ingleses, españoles, franceses, y  arquitectónicos alrededor del mundo, los resultados son sorprendentes y paradójicos, esto evidencia la búsqueda de una actitud globalizada y en concordancia con la actualidad Europea, así lo explica Roa:
Puede decirse que lo que esta actitud revela es amplitud cosmopolita, o una saludable debilidad de los resortes nacionalistas; no importa. El hecho es que nuestros barrios se poblaron de casas inglesas, españolas, normandas, mediterráneas, moriscas y hasta egipcias, en un despliegue de eclecticismo folclorista que las clases medias y pudientes hicieron en los barrios residenciales en las afueras de las ciudades. (Roa, 1999)

Aun así es importante resaltar que en Bogotá se hizo un habito la excelencia constructiva, considerando sus espacios interiores con una distribución “ moderna”, los arquitectos se enfocaban en ejecutar procesos de construcción con precisión  y habilidad, la constante utilización del ladrillo a la vista produjo una coherencia y una heterogeneidad en los barrios residenciales en la época, este uso se convirtió en el símbolo y la representación puntual de la arquitectura Colombiana y en especial la Bogotana. Silvia Arango posiciona así mismo al ladrillo como el icono de la identidad arquitectónica de Bogotá en los años 30.
 La delicadeza en los detalles se presentó sobre todo en el tratamiento del ladrillo. Varias firmas de la capital se unieron para crear la ladrillera Santa Fe, con el fin de producir ladrillo en forma semi-industrial de mayor calidad y resistencia, con distintas formas y proporciones. Las bases sentadas en los años 30 permitirán la evolución posterior de una arquitectura de ladrillo, de impecable realización artesanal que es hoy reconocida como factor fundamental de nuestra identidad arquitectónica. (Arango, 2011)
 El ladrillo se da por sentado para la identidad arquitectónica para la vivienda y las zonas residenciales, pero aquellas obras de carácter público y de desarrollo industrial ven la modernidad desde otra perspectiva en la materialidad.

Obras como  hospitales San Carlos (1941), San Juan de Dios (1948), San Ignacio (1950)- San Rafael y Simón Bolívar, y las clínicas David Restrepo (1950), San Pedro Claver y Colsubsidio en Bogotá empiezan a implementar el concreto armando sin dejar atrás el ladrillo, todos estos obras de Gabriel Serrano. (Serrano, 1983) Aun así, los edificios en esta época con técnicas constructivas basadas en en concreto armado eran muy escasas ya que estos aun eran importados en su mayoría (cemento y hierro)[3], debido a la ausencia de plantas productoras y la mala paga a los trabajadores en estos círculos industriales. (Ortiz, 1938), sim embargo fabricas como la de cementos Samper ampliaron sus instalaciones a partir de 1933, la sustitución de las importaciones empieza a marca la real introducción de la arquitectura moderna en Colombia. Aragón presenta las transiciones ideológicas ligadas con la materialidad de las estructuras modernas en Colombia así introduciéndole a una completa desglozacion de las obras ligadas a esta.

A este factor técnico se suman otros de carácter ideológico. Durante los años 30 son pocos los arquitectos que comprenden a cabalidad el carácter de las transformaciones arquitec­tónicas que sobrevenían. Exceptuando a Leopoldo Rother, cuya formación inicial y disciplina de estudio le permitieron una apreciación más acertada del confuso panorama internacional, para la mayor parte de los arquitectos colombianos, la arquitectura moderna era ante todo un estilo, una opción formal. La adquisición de una conciencia clara acerca del alcance ideológico y técnico de las nuevas propuestas hubiese sido más lenta si no hubiera sido acelerada por algunos de los más jóvenes y perspicaces arquitectos, como Gabriel Serrano. (Arango, 2011)

En los años 50 , la implementación del  concreto armado y el hierro empezó a ser componente esencial en la composición de modernidad en la imagen de la arquitectura, grandes obras empiezan a realizarse basadas en planes modernista que se desarrollan para la ciudad y por la ciudad, grandes proyectos como el centro Internacional, figuran como espacios pensados para una nueva forma de pensar la ciudad, el centro internacional es desarrollado en su mayoría por la sociedad de arquitectos Cuellar, Serrano, Gómez, que formaran un papel vital en la construcción de nuevos edificios característicos de la idea de modernidad en los cuales podemos incluir el edificio de Ecopetrol (1954),y el aeropuerto El dorado (1960), obras más representativas de esta sociedad que ostentan la idea de modernidad.
1953, el golpe de estado liderado por el General Rojas Pinilla estalla, trayendo consigo sin fin de cambios, ideológicos, y planteamientos legislativos, toda una línea de políticas reformistas ligadas a la iglesia y por supuesto al ejercito; Estos planteamientos incluyen transformaciones urbanas completas, se construyen espacios destinados al poder en ejecución como el Hospital Militar, el CAN (centro administrativo nacional), el club militar y el centro astronómico.
El emprendimiento en el desarrollo infraestructural de Rojas Pinilla sucedió alrededor de todo Colombia, siendo estas grandes obras que impulsaron el desarrollo económico, social y cultural de un país que se encontraba sumergido en conflictos políticos bipartidistas.

[1] Tomado de la revista Credencial Historia (Bogotá-Colombia) Junio 1999  N° 144 
[2] Surgió en el s XVII para denominar de forma negativa el movimiento estético que venía a reflejar en las artes, los principios intelectuales  de la ilustración.
[3] Creación de plantas industriales 1909-1939/ Fuente: DANE, Encuesta Anual Manufacturera y cálculos del autor Metodología: la participación en producción es solo aproximada pues se calculó con base en la producción de cada planta en 1974

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Museo de Arquitectura Leopoldo Rother “Antigua Imprenta”
El haz de la arquitectura moderna colombiana

El inicio de la modernidad en Colombia se ve explícitamente representada en la llegada de nuevas representaciones de la cultura, el arte, la arquitectura, la educación y la política; estas (nuevas) tendencias aparecen entre los años 1920 y 1940 bajo políticas revolucionarias en la educación y el estilo de vida.
Todo ello representado en la construcción de la ciudad universitaria este proyecto se lleva a cabo gracias a la reforma de 1936 que da prioridad a la educación pública, diseñado por Leopoldo Rother con ayuda de Fritz Karsen; proyecto en el que se evidencia su conocimiento teórico del expresionismo y de la planificación urbana moderna, dentro de este proyecto diseño los edificios, espacios de la Universidad Nacional y el gran icono, el edificio de la imprenta, el cual es reconocido por la APA por ser uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura moderna colombiana. Pero, ¿qué elementos caracterizan a este edificio como una muestra relevante de la arquitectura moderna colombiana? La respuesta, es que el elemento que lo caracteriza es la marca de la diferencia respecto a otras obras contemporáneas de la época, la cual deja de la lado las tendencias de la arquitectura colonial y republicana tanto en su estructura como en sus acabados, además se caracteriza  por la eficiencia y la eficacia de la estructura y la composición, mientras que su forma responde a la función, características de la modernidad, una imprenta que movilizaría y albergaría grandes elementos, un espacio que requeriría grandes espacios de recorrido, buena iluminación y plantas libres.
Entonces, ¿Cómo la forma responde a la función representada en este edificio? Louis Sullivan dijo “Es la ley imperante de todas las cosas orgánicas e inorgánicas, de todas las cosas físicas y metafísicas, de todas las cosas humanas y las cosas sobrehumanas ... esa forma siempre sigue la función, ésta es la ley ... "[1], esta se convertiría en uno de los principios más importantes de la corriente modernista. Así, este edificio se caracteriza por el uso de amplios ventanales y de amplios espacios interiores que preceden a las buenas condiciones de iluminación, su preferencia por formas esbeltas que a menudo maneja proporciones un poco alargadas, pero en forma mesurada. A pesar de cierta esbeltez en las dimensiones estructurales y de otros elementos a la vista, Rother perseguía de modo intencional, que su arquitectura se hallara bien “amarrada” al suelo visualmente, o sea, que buscaba un efecto “tectónico”. Esta función óptica, la cumplían por ejemplo las columnas macizas y esbeltas en una fachada principalmente transparente.  La continuidad y la repetición de los elementos en las fachadas crean una imagen continua y una relación visual entre los espacios interiores y exteriores, así mismo los elementos estructurales del edificio se integran a la forma de la fachada, en concordancia y armonía formando una unidad.
El edificio de la imprenta responde eficazmente en la planificación del espacio, los materiales y la casi nula ornamentación, que proporciona una manera de minimizar el costo de la construcción y aumentar el margen de beneficio y la eficiencia en el proceso constructivo, responden a la búsqueda de la eficacia en el movimiento moderno.
La arquitectura satisface los requerimientos materiales que resultan del propósito de las edificaciones “condiciones materiales propias del programa”. Esta condición no solamente se satisfacía mediante una correcta ubicación y tamaño de los espacios, facilidad de circulaciones, etc. Sino mediante la adecuada solución de problemas de climatización, medio ambiente, iluminación, instalaciones, etc, de los diversos edificios. La funcionalidad tiene una estrecha relación con los principios de economía y solidez técnica. Rother indica en la materialidad, los recorridos y los cambios de nivel, la relación y la independencia de un espacio y otro, esta materialidad sigue una forma simétrica y un patrón simétrico, siguiendo líneas ortogonales.
Rother encuentra agrado en las formas simétricas. En sus diversos periodos se encuentra con frecuencia, disposiciones simétricas de volumen, Rother asumía riesgos importantes, usaba formas inéditas, tenía gusto por la parábola, las líneas curvas, las dobles alturas, los vacíos, y generar relaciones espaciales y aperturas visuales, que se ven diferenciados por los suaves cambios de nivel. Estos sutiles cambios de nivel, inducen a relaciones estereotómicas y tectónicas generando cambios espaciales, pero hechos en poco tiempo, es una relación espacio-tiempo. Los cambios de nivel son muy suaves y extensos lo cual induce a que sea un recorrido en el cual otras actividades pueden integrarse.
Lo anterior muestra el resultado de una combinación de principios de la modernidad seguidos por Rother para el diseño del edifico de la imprenta de la UN, edificio que represento la trascendencia de la arquitectura moderna colombiana, dejando atrás la arquitectura republicana y colonial. Siendo este  edificio la representación entre la eficacia y la eficiencia; bajo estos esquemas Rother logra crear un espacio completamente funcional tanto espacialmente como estructural y compositivamente , guiado bajo la función a la cual se destinaria este lugar, su forma responde a las necesidades que planteo originalmente este edificio, gracias a su idealización espacial este edificio dio oportunidad a el desarrollo de nuevos programas en el edificio, pasando desde una imprenta hasta un museo.
[1] Sullivan, Louis."El edificio de oficinas de altura Artísticamente Considerado" Revista Mensual de Lippincott(marzo de 1896)

Bibliografía
Arango, S. (28 de 02 de 2011). Historia EXTENSA de la Arquitectura en Colombia. Obtenido de http://aplicaciones.virtual.unal.edu.co/blogs/hacolombia/2011/10/09/1-la-persistencia-de-los-estilos/
Jimenez, M. I. (2006). Leopoldo Rother en la ciudad universitaria. Bogota.
Mejia, A. T. (1981). Aspectos Politicos de l primer gobierno de Alfonso Lopez Pumarejo. Bogota.
Roa, A. S. (1999). Arquitectura colombiana en el siglo XX: Edificaciones en busca de ciudad. Credencial Historia. No 114.
Tirado, A. M. (1995). Aspectos politicos del primer gobierno de Alfonso Lopez Pumarejo 1934-1938. Bogota: Planeta.

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